viernes, 21 de julio de 2017

In Tributum

Uno más. Pasas a engrosar la larga lista. Otro de tantos. Pero no eres uno más.

Me pregunto cuántas vidas salvaste. Me pregunto cuántos destinos desviaste de encontrarte en la escalera al cielo. Cuántos, que como yo, si apenas prestar atención a tu nombre, padecimos a oscuras acompañados por tu voz.

Prefiero creer que si lo hubieras entendido no te habrías marchado. Pero se que lo sabías y ni siquiera así pudiste más. La enfermedad fue silenciosa. Los monstruos te encontraron en las letras acompasadas a tu voz. Los fríos brazos de la muerte te alcanzaron sin permiso tras unos acordes sospechosos. Quizás, si tan solo hubiésemos escuchado haciendo caso omiso a nuestros cuerpos, no habría aparecido una soga atada al tuyo.

Te has ido, pero los ecos de tu alma aún resuenan. No ha logrado apagar la luz de tu sonido. No permitiremos que lo haga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario